Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de Drogas

Una de las mayores preocupaciones de los padres y profesores, cuando los hijos o estudiantes se acercan a la adolescencia, es el riesgo de inicio del consumo de drogas legales o ilegales. Y como tal, nos preguntamos de qué forma podemos prevenir estas conductas de riesgo, sabiendo la facilidad con la que se pueden adoptar.

Muchos estudios indican el inicio del consumo entre los 12 y los 13 años de edad. La vía de entrada suele ser el alcohol y el tabaco, progresando hacia la marihuana y la cocaína, en muchos casos, siendo esta progresión mayor, cuanto más precoz es el consumo.

Se han expuesto varias explicaciones para esta progresión en el consumo. Desde una perspectiva biológica de pacientes con historia familiar de consumo, hasta como una herramienta que utiliza el adolescente para “encajar” con un grupo de iguales, o para mejorar su nivel de socialización, al permitir cierta desinhibición; o en muchos casos, como recurso para adaptarse a situaciones nuevas o dolorosas (rupturas de pareja, separación de los padres, adaptación a un nuevo instituto, etc.)

Por lo tanto, los adolescentes deben aprender a tomar decisiones en relación a las drogas y a su alta disponibilidad en nuestra sociedad, eligiendo, con sus consecuencias, entre la abstinencia o el consumo de las mismas en una etapa vital y tan crítica como la adolescencia, donde se está formando la personalidad de ese individuo.

Los factores de riesgo (fracaso académico, problemas familiares, baja autoestima, comorbolidad con otros trastornos psiquiátricos), la percepción del riesgo, el tiempo de ocio, la socialización con la familia, amigos y escuela son de vital importancia, y deben ser conocidos por educadores, padres y profesionales, para tomar intervenciones preventivas que pueden proporcionar recursos para mejorar los niveles de los factores de protección de los jóvenes.